martes, 6 de octubre de 2009

Biblioteca de Santiago

En incontables ocasiones pasé caminando indiferente frente a ella camino a la oficina de mi padre o de vuelta a casa desde la misma. Sólo su entrada me llamaba la atención, con sus letras gigantes erigidas a un costado de la puerta acusando su nombre. Por supuesto estoy hablando de la biblioteca de Santiago.

Hoy fui finalmente por primera vez a este templo del saber y debo decir que es MUCHO MÁS de lo que esperaba.

Para empezar, la recepción me impactó. Fueron 3 cosas esencialmente:

1.- El guardia equipado con un comunicador como si del guardaespaldas de algún presidente se tratara.
2.- El mesón de información, ovalado y de un plateado inmaculado que me recordaba al diseño imaginado por mí de muchos artefactos en "Yo Robot"
3.- Los sensores anti-robo, presentes como si fuera una multitienda, pero lo que me impresionó de estos era que si te quedabas quieto, entre ellos, podías escuchar el pitido del área que abarcan los sensores.

Fui con la intención de inscribirme pero debí quedarme con las ganas, la cuenta que llevé estaba a nombre de la "dirección", no de una persona que pudiera relacionarse conmigo mediante apellido así que me dije a mi mismo:

<<"Mismo, lo que vas a hacer es visitar todas las alas para que cuando puedas sacar un libro, sepas exactamente donde hacerlo y no hagas el ridículo o pierdas el tiempo">>


Así que emprendí la aventura explorativa y al poco rato me perdí entre los cuentos del santiago en 100 palabras que tienen publicados en pequeños carteles acoplados a las paredes y estantes.

Después, cuando ya me ubicaba más o menos bien, me dediqué a mirar a la gente que estaba por ahí y debo decir que se ve de todo.

Les comento algo?? Sentía que la intimidad que ofrece una biblioteca, con sus medios computacionales, sofás, libros, etc... Permitía ver una suerte de cara de la juventud [En colegio] y de los adultos "Ilustrados"

Para empezar, los adultos. Un grupo muy homogéneo, todos me miraban con aire de "Yo, a tu edad, era todo un bohemio" o en su defecto, con cara de "Pequeñín!!! Ese pelo largo y sin peinar, esos ojos ojerosos de tanto soñar despierto, esa barba sin cuidar!!! Ese look!!! Que sepas que lo inventé YO"

No se confundan, no era algo pedante lo que sentía, era la nostalgia. Ahora se ven en la necesidad de filosofar en serio, no con el pito y el pelo rasta. Eso ahora les quitaría credibilidad.

Luego, están los jóvenes, mi grupo favorito. Mirando a quienes siguen en el colegio se ve una pizca del futuro de Chile [Los jóvenes somos el futuro después de todo] y aquí es donde la cosa se desordena.

El grueso son cabros que tienen cara de mateo, facciones cuadradas, barbas bien afeitadas, uniforme impecable y mirada eternamente reflexiva. Me caen bien.

Pero sí hay, porque HAY, su grupo de muchach@s [Mujeres principalmente] que llegan a enchufarse a facebook. Ningún problema, el recurso está ahí, con tiempo limitado y a disposición de todos para lo que ellos requieran. PERO, cuando vi a una parejita dentro de un tubo que sirve de respaldo a un puf toqueteándose "Discretamente" dije <<"JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA, cabros del orto">>

La verdad, como extensión a la regla del internet que dice "Si algo existe, hay porno de eso" yo digo "Si existe un edificio, habitación o espacio físico, de alguna manera u otra se usará de motel"

En resumen, la gente atiende bien, es competente, el ambiente es muy agradable e invita a la concentración. No huele a encierro, la iluminación es exquisita.

Se las recomiendo mucho.


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