martes, 6 de octubre de 2009

Suzuki DL-650 V-Strom Más conocida como WEEKINGA

Hoy, después de un agotador día de sentirme como las pelotas por síntomas de gripe y mi agradable primer encuentro con la biblioteca de Santiago llegó la hora de regresar a casa desde la oficina.

Medio de transporte??

Si creen que es grande, es porque no la han visto en vivo

En mi vida, y lo digo de verdad, EN MI VIDA sentí tanta inercia.

Si me preguntan, mi alma se perdió cuando entramos a general Velásquez y aún viene en camino.

Pero les voy a relatar como fue el asunto:

Primero lo primero, la invitación. <<"Te vas conmigo a la casa??">> Dijo mi padre con un brillo que conozco demasiado bien [JUGUETE NUEVO!!!] a lo que yo, inocentemente respondí <<"Y va a dejar la moto aquí??">> <<"EN LA MOTO NOS VAMOS!!!">> <<"...Y tiene "Gear"">> Preguntando yo, jugando mi última carta de salvación <<"Abajo hay cascos">>. "De esta no te salvas" Eso fue lo que realmente me dijo papá. Bueno, vamos pues, di unas vueltas, pasó la tarde y llegue pasadito a las 6. Mi papá terminando una reunión en el segundo piso del loft, yo tirado en el suelo con dolor de espaldas.

Todo listo, terminó la reunión, me comí una naranja y me despedí del Lolo. <<"Así no puede ir en la moto hijo">> Vaya!!! Esperanza!!! Lástima que lo que quería decir mi padre era que solamente con camisa no podía ir en la moto. Revisé la mochila y justo hoy no empaqué abrigo <<"No traje chaleco">> Dije ocultando mi sentimiento de triunfo, bendita coincidencia. <<"No se preocupe, justo yo ando con una chaqueta de polar que me sobra">> ...Maldita coincidencia.

Pues bien, a la calle, motor encendido, casco puesto, audífono acomodado. Mi papá espera que me suba a la moto, me subí mal. Si no fuera lo elástico que soy me hubiera dolido el giro que tuve que hacer para subir. Piensen bien lo que les estoy diciendo. Mido mas de 1.80 metros, y me costó SUBIR A LA MOTO.

El viaje, para que les cuento. Mi papá juega "Pinball" en la carretera. Auto o moto, ambos son bolitas metálicas rebotando en paletas imaginarias.

Pero te digo, la moto es un caballo, pero ojo, un caballo VIKINGO. Digno de una Valkiria.

No un caballo escuálido que acarrea puestos de feria.

La moto rinde, es una montaña rusa, acelera de forma impactante, los frenos Es-Pec-Ta-Cu-Lares y ADEMÁS es preciosa.


Mi corazón se saltó un par de latidos en más de una ocasión, pero les digo, me subiría de nuevo.

En conclusión, hay que vivirlo... O grabarlo... Mmmhhh...


5 comentarios:

  1. Algunas precisiones:

    1. Según el GPS, lo máximo a lo que anduvimos fueron "razonables" 140 kilómetros por hora al momento de adelantar.

    2. La inercia, si.. es verdad... la Weekinga tira más que yunta de bueyes y se nota que le gusta. El régimen normal del motor es de 7.000 a 8.000 revoluciones y el marcador tiene hasta 12.000 (!)... Afírmate cabritoooo!!!

    3. Con ambos dos, se sumaron al menos unos 200 kilos más. La Weekinga pesa vacía 200 Kilos, es decir, con todo anduvimos bien cargados y ni se notó,

    4. Los frenos... son consistentes con la masa que transporta el motor. Doble freno de disco delantero y trasero y un recorrido de horquilla que es una delicia al frenar. Responde muy bien y uno se siente en control.

    5. Lo del Pinball... bueno... cómo decirlo... la moto provee una facilidad de movimiento que no se compara con un automóvil y desde la perspectiva de la mochila, se siente mucho más el movimiento porque este no se controla.

    Cuando quiera repetimos la experiencia ;)

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  3. que buena, yo la vivi el año pasado, cuando tu papy me llevó, antes de subirme me dio las instrucciones: "si quieres que pare, tócame la espalda, porque no te voy a escuchar nada".
    Casi muero, al principio, después de rezar varios angel de la guarda, me entregué a la sensaciónd de libertad, el ruido del viento, el ruido ambiental, lo curioso para mi fue que la gente te mira harto, yo estaba con todo los implementos de seguridad (de mi hermana Yasna) casco, que me sentí clautrofóbica , y la chaqueta que me gustó , porque me veia más flaca, pero no me dejaba ni respirar, por suerte tu papy no me escubaba porque mas de algún conche.......are, se me salio de puro susto, pero en fin, la experiencia es grata.

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  4. Lo que viviste solo es superable cuando tu llevas las riendas de un caballo, buen relato se percibe lo que sentiste.

    saludos

    Freddy

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  5. Qué buen relato!!
    Efectivamente lo único que puede superar esa sensación es que seas tú mismo quien gobierne el caballo Weekingo... Felicidades!, ya está plantada en tí la semilla...

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